Tras haber reflexionado sobre
los videojuegos y haber analizado uno de ellos, en esta asignatura hemos
aprendido que, además de su función de entretenimiento, algunos de ellos
también se pueden utilizar como herramienta educativa y como recurso para que el
alumno/a pueda aprender determinadas habilidades y destrezas mediante estos
videojuegos.
No obstante, la incorporación de
éstos a las escuelas se está convirtiendo en una labor complicada ya que
implica muchos cambios en la manera tradicional de enseñar que el profesorado ha
llevado a cabo hasta estos últimos años.
Junto al desarrollo de las
nuevas tecnologías, han surgido un nuevo tipo de juegos que son utilizados no
solo por niños y niñas, sino también por adolescentes y adultos: los
videojuegos. En contraposición a la extendida idea de que estos juegos solo
estaban dedicados a entretener a sus usuarios y, como ocurre en la mayoría de
las familias, ocupar el tiempo de los/as niños/as mientras los padres realizan
sus tareas domésticas, muchas investigaciones han demostrado que los
videojuegos, si son bien utilizados, también tienen una función instructiva o
docente.
De entre todos los tipos de
videojuegos que se han diseñado y están disponibles para todo el mundo, son los
llamados “videojuegos educativos” los que desempeñan esta función,
desarrollando habilidades motrices, procedimientos como la resolución de
problemas, la toma de decisiones, la búsqueda de información, la organización,
etc. Incluso desde el punto de vista afectivo, los videojuegos educativos
ejercen una influencia positiva sobre los/as niños/as: incentivan la motivación
y pueden ayudar a mejorar la autoestima.
Sin embargo, a pesar de los
efectos positivos que estos videojuegos educativos pueden tener sobre la
educación y desarrollo del alumnado, todavía son muchas escuelas las que se
resisten a la incorporación de éstos al currículo. Algunas de las razones por
las que los videojuegos educativos no están aún presentes en los centros
educativos son los siguientes:
- El desconocimiento de cómo introducir en el currículo esta nueva herramienta.
- La falta de recursos informáticos, como no tener suficientes ordenadores para que el alumnado pueda jugar a estos videojuegos.
- La creencia de muchos profesores de que los videojuegos desbancarán a las herramientas educativas tradicionales (libros, cuadernos, pizarra, diccionarios, etc.).
- El desconocimiento de gran parte del profesorado sobre el uso correcto de los videojuegos.
Por lo tanto, para que los
videojuegos educativos puedan llegar a formar parte de la educación escolar y
los/as niños/as puedan disfrutar de los mismos, han de solventarse los
problemas anteriormente expuestos. Además, el profesorado deberá inculcar al
alumnado y a las familias la importancia del uso adecuado de los videojuegos
educativos para que no solo en la escuela, sino que desde casa también los
niños y niñas puedan jugar, entretenerse y aprender gracias a ellos.
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