viernes, 20 de abril de 2012

Consejos para padres y madres para el buen uso de los videojuegos



Los videojuegos son un elemento del juego cotidiano, tanto en los niños y las niñas como en los adolescentes. Hoy en día, el tiempo dedicado a las nuevas tecnologías es muy elevado, ya sea, como mero hecho de entretenimiento, buscando a través de ellos un momento de diversión y evasión del ritmo frenético de su día a día. O bien, para aprender contenidos educativos de una manera diferente a la que se venía haciendo años atrás.

Para que el uso de este instrumento sea beneficioso y eficaz, y, por el contrario,  no se establezca un mal uso de los videojuegos, creemos interesante facilitar una guía para los padres y madres de consejos para un consumo  responsable de los videojuegos, y así, también reducir el miedo a dedicarles tiempo y a manejarlos.

A continuación exponemos las ocho recomendaciones o sugerencias para lo citado anteriormente:
    
1.      Supervisa la compra e instalación de los juegos. La supervisión en este proceso es vital para garantizar compatibilidad y seguridad. En el momento de la compra, el vendedor puede ayudar a elegir la mejor opción para el menor. En el momento de la instalación, revisa las especificaciones del juego y del soporte.
2.       Intenta que tus hijos jueguen en sitios comunes del hogar. También es recomendable vigilar el juego fuera del hogar, por ejemplo en casas de amigos.
3.      Establece normas de uso referidas al tiempo y a los contenidos. Los menores pueden participar en esta decisión aportando su punto de vista.
4.       Conciencia a los menores sobre la importancia de la privacidad en los videojuegos y en la Red, tanto propia como del resto de personas de su entorno. Alértales sobre los riesgos existentes.
5.       Instala herramientas de seguridad necesarias para cada equipo o dispositivo (antivirus, cortafuegos, antiespías), así como las específicas para menores (control parental, bloqueador de páginas, entre otras). Mantén actualizados los programas en el equipo.
6.      Crea cuentas de usuario personalizadas para los menores. Con esta medida, se evita que los menores puedan acceder a información sensible de los adultos.
7.       Los educadores deben asumir su responsabilidad como adultos de referencia en el entorno educativo del menor. Deben facilitar a los alumnos espacios o buzones anónimos, para que denuncien aquellas situaciones que les causan daño.
8.       Recuerda: en esta tarea ¡no estáis solos! Organismos públicos, asociaciones, fabricantes, cuerpos de seguridad, etc., pueden ayudaros. 

 Todos estos consejos y propuestas podrían ser transmitidos a través de charlas o conferencias organizadas por el profesorado de cada escuela o mediante el reparto de trípticos informativos que  les muestren de manera clara y concisa lo expuesto con anterioridad y consigan provocar un impacto que logre un cambio en los malos hábitos que persisten en los niños/as con respecto a la utilización de éstos.

Para finalizar, os adjuntamos un video que nos ha parecido interesante en el que hace una explicación más a fondo sobre esto.
http://www.youtube.com/watch?v=F2WAYKvE3IU&feature=player_embedded

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