Los
videojuegos son un elemento del juego cotidiano, tanto en los niños y las niñas
como en los adolescentes. Hoy en día, el tiempo dedicado a las nuevas tecnologías
es muy elevado, ya sea, como mero hecho de entretenimiento, buscando a través
de ellos un momento de diversión y evasión del ritmo frenético de su día a día.
O bien, para aprender contenidos educativos de una manera diferente a la que se
venía haciendo años atrás.
Para
que el uso de este instrumento sea beneficioso y eficaz, y, por el contrario, no se establezca un mal uso de los
videojuegos, creemos interesante facilitar una guía para los padres y madres de
consejos para un consumo responsable de los
videojuegos, y así, también reducir el miedo a dedicarles tiempo y a manejarlos.
A
continuación exponemos las ocho recomendaciones o sugerencias para lo citado
anteriormente:
1.
Supervisa
la compra e instalación de los juegos. La supervisión en este proceso es vital para
garantizar compatibilidad y seguridad. En el momento de la compra, el vendedor
puede ayudar a elegir la mejor opción para el menor. En el momento de la
instalación, revisa las especificaciones del juego y del soporte.
2.
Intenta que tus hijos jueguen en sitios
comunes del hogar. También es recomendable vigilar el juego fuera del
hogar, por ejemplo en casas de amigos.
3.
Establece
normas de uso referidas al tiempo y a los contenidos. Los menores pueden participar
en esta decisión aportando su punto de vista.
4.
Conciencia a los menores sobre la
importancia de la privacidad en los videojuegos y en la Red, tanto propia
como del resto de personas de su entorno. Alértales sobre los riesgos
existentes.
5.
Instala herramientas de seguridad necesarias
para cada equipo o dispositivo (antivirus, cortafuegos, antiespías), así como
las específicas para menores (control parental, bloqueador de páginas, entre
otras). Mantén actualizados los programas en el equipo.
6.
Crea
cuentas de usuario personalizadas para los menores. Con esta medida, se evita que los
menores puedan acceder a información sensible de los adultos.
7.
Los educadores deben asumir su
responsabilidad como adultos de referencia en el entorno educativo del menor. Deben
facilitar a los alumnos espacios o buzones anónimos, para que denuncien
aquellas situaciones que les causan daño.
8. Recuerda: en esta tarea ¡no estáis solos! Organismos
públicos, asociaciones, fabricantes, cuerpos de seguridad, etc., pueden
ayudaros.
Todos estos consejos y propuestas podrían ser transmitidos a través de charlas o conferencias organizadas por el profesorado de cada escuela o mediante el reparto de trípticos informativos que les muestren de manera clara y concisa lo expuesto con anterioridad y consigan provocar un impacto que logre un cambio en los malos hábitos que persisten en los niños/as con respecto a la utilización de éstos.
Todos estos consejos y propuestas podrían ser transmitidos a través de charlas o conferencias organizadas por el profesorado de cada escuela o mediante el reparto de trípticos informativos que les muestren de manera clara y concisa lo expuesto con anterioridad y consigan provocar un impacto que logre un cambio en los malos hábitos que persisten en los niños/as con respecto a la utilización de éstos.
Para finalizar,
os adjuntamos un video que nos ha parecido interesante en el que hace una explicación
más a fondo sobre esto.
http://www.youtube.com/watch?v=F2WAYKvE3IU&feature=player_embedded
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